Igual que la lluvia limpia y barre la sequedad de la tierra, nuestras emociones barren con todo su potencial las inseguridades y los miedos obligándonos aunque no queramos, a sentirnos arrastrados hacia fuera de nosotros mismos, a la tremenda oscuridad que nos inunda antes de la Aurora que nos trae la amada y confortante luz.
Salir de la zona de confort es la clave para poder desde ese otro orden, elevarnos por encima de nuestra cotidianidad, para encontrarnos con otra realidad más difusa eso sí, pero es sin duda nuestra oportunidad para seguir evolucionando y vislumbrar otros horizontes que a buen seguro nos traerán nuevas alegrías. Sigue leyendo